Cuando Jesús nos decía que fuéramos como los niños entre otras cosas nos estaba invitando a asombrarnos.
Un pequeño se maravilla cada instante y tú estás vivo de verdad si aún te sorprendes y eres creativo.
Es lo que en hermosas palabras llamaba el poeta Tagore “La constante sorpresa de saber que existo”.
No hay espacio para el tedio o la amargura cuando valoras todo y no te acostumbras a las maravillas.
Todo lo que te rodea es precioso y lo triste es que muchos andan por la vida como sonámbulos.
Hay personas que han llorado viendo un amanecer y hay quienes aprecian cada árbol y cada flor.
¿Tú te detienes a veces a admirar todo lo que usas? Un celular es tan maravilloso como una nevera o una estufa.
Abre bien los ojos y da gracias por todo. “Sabio es aquel que constantemente se maravilla”.
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