Nuestra esencia, aquello que nos anima, que hace que seamos como somos, tan escondida en ocasiones debajo de capas de miedo, de angustia, del “qué dirán”… necesita de nuestra atención, de nuestros mimos y caricias.
Un buen libro que aporte serenidad, una película inspiradora, un concierto de música clásica o de algún autor que te haga vibrar, contemplar un hermoso paisaje, un paseo por la naturaleza, una distendida charla con los amigos o con esa persona interesante y enriquecedora; acudir a alguna conferencia que aporte nuevas ideas que permitan reflexionar sobre temas profundos… o apuntarte a algún taller de auto-conocimiento, a alguna actividad meditativa... Todo ello puede ayudar en el camino hacia una nueva vida, más tranquila, más serena, dónde la existencia cobre de nuevo sentido, con nuevos valores más acordes a tu modo de ser y de sentir.
Mirar hacia dentro, en una sociedad prevalentemente enfocada hacia afuera, durante años ha estado casi mal visto... El recogimiento, la meditación, el orar, parecían no pertenecer más a este planeta, llevando al ser humano a alejarse de su esencia, de esa alma que está pidiendo a gritos, volar.
Te invito querido lector, a volver la dirección de tu mirada hacia tu interior, hacia aquello que de verdad sientes y deseas, hacia aquellos rincones de tu alma a los que todavía no has querido o no has podido entrar...son momentos de grandes cambios en nuestro planeta y está en nuestras manos el crear un futuro armonioso, el crear una realidad acorde con el sentir de cada uno, donde poder expresar libremente quienes somos y aquello que hemos venido a hacer, nuestra más profunda verdad.
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