jueves, 3 de julio de 2014

Todos tenemos alguien, por quien llorar.

Los grandes amores no se olvidan , porque el Amor no se puede olvidar
si fue Amor de verdad. todos tenemos alguien por quien llorar o recordar.

El amor no es eterno.
La amistad no es para siempre…
Tarde o temprano llegará la hora del adiós. Y de pronto, todo se nos hunde.
Impotencia, pena, desconsuelo; nuestra vida ya no será nunca como antes.
¿Cómo recuperar de nuevo el sentido de la vida?
Lo primero es recordar que liberarnos del dolor no quiere decir olvidar al ser querido o amarlo menos.
Recuperar la vida no es una deshonra ni una ofensa a quien se nos ha muerto.
De alguna manera, esa persona vive en nosotros. Su amor, su cariño, su manera de ser nos ha enriquecido 

a lo largo de los años. Ahora tenemos que seguir viviendo.
Hemos de elegir entre hundirnos en la pena o construir de nuevo la vida; sentirnos víctimas o mirar hacia adelante con confianza.
El pasado ya no puede cambiar. Es nuestra vida de ahora la que podemos transformar.
Reiniciar las actividades abandonadas, proponernos vivir una hora, esta tarde, sin mirar con angustia nuestro futuro incierto.

Tal vez por dentro se nos acumulan toda clase de sentimientos cuando recordamos al ser querido. 
Momentos de gozo y de plenitud, recuerdos dolorosos, heridas mutuas, penas compartidas, 
proyectos que se han quedado a medias…
Cómo ayuda entonces poder comunicar lo que sentimos a una persona amiga; poder llorar con alguien que comprende nuestro desconsuelo.
Puede brotar también en nosotros el sentimiento de culpa. Ahora que hemos perdido a esa persona nos damos cuenta de que no siempre la hemos comprendido, que la podíamos haber querido mejor.
Aveces no es justo torturarnos por errores cometidos en el pasado. Solo sirve para deprimirnos.
Es verdad, nuestro amor siempre es imperfecto.
Ahora lo importante es perdonarnos a nosotros mismos y sentirnos perdonados por Dios.
A veces no es fácil recuperarse. La ausencia del ser querido nos pesa demasiado, 

y la pena se apodera de nosotros una y otra vez.



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