domingo, 27 de julio de 2014

El niño que un día fuimos.

Muchas veces nos invade una sensación de tristeza
que no logramos controlar, percibimos que el instante mágico de aquel día pasó y no hicimos nada.
Entonces la vida esconde su mágia y su arte.

Tenemos que escuchar al niño , que fuimos un día 
y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz.

Ese niño que fuimos un día continúa presente,
"Bienaventurados los niños. porque de ellos es el 
Reino de los Cielos".

Si no nacemos denuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia,
no tiene sentido seguir viviendo.

Existen muchas maneras de suicidarse. Los que tratan de matar el cuerpo ofenden la ley de DIOS,
Los que tratan de matar el alma , también ofenden la ley de DIOS, aunque su crimen sea menos visible a los ojos del hombre.

Prestemos atención a los que nos dice el niño, que tenemos guardado en el pecho.
No nos avergoncemos por causa de él .
No dejemos que sufra miedo, porque está solo y casí nunca se lo escucha.

Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día , es diferente a otro.

Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos que se sienta bien, aunque eso signifique obrar de una manera a la cual no estamos acostumbrados, aunque parezca estupidez a los ojos de los demás.

Recuerden que la sabiduría de los hombres, es locura ante DIOS, Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, Nuestros ojos volverán a brillar
Si no perdemos el contacto con ese niño, No perderemos el contacto con la vida.


* Pablo Coelho.




No hay comentarios:

Publicar un comentario