El hecho de "bendecir" significa el deseo de ser "bien dichos" porque somos esa palabra que se hizo carne, por lo tanto la bendición es el deseo de alabar o engrandecer algo o a alguien, de consagrarlo a su divinidad, de que sea protegido en ella.
Y quien cree en las bendiciones y las practica es porque se reconoce a si mismo digno de ellas, no se pueden derramar bendiciones en quien no creemos digno de bien, pero el acto de bendecir dignifica lo que tocamos, lo que pensamos y lo que somos.
Traigamos nuestra divinidad de vuelta, repartamos bendiciones a todo ser y dejémonos tocar por ellas, porque donde hacemos a Dios presente, no falta nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario