Llega un momento en que la gente entiende que el verdadero amor esta hecho de sutilezas que viene del alma.
Que las palabras son innecesarias.
Que los obsequios materiales ya no tienen tanto sentido.
Lo que la gente más quiere es un beso tronado, un abrazo apretado, una mirada de amigo...
La gente cree que los viajes más increíbles son los que podemos hacer uno dentro del otro...
Llega un momento en que el equipaje emocional grita desesperadamente en el fondo del corazón, pidiendo que la gente tenga el valor de desprenderse de lo que no hace bien.
y no lo hace...
Y por terquedad, esa voluntad que debe funcionar, terminó arrastrandonos hasta aquí... Hasta ahí... Hasta entonces...
Y cuando realmente nos damos cuenta, no llegamos a ningún lado...
Pero no. No es triste.
Triste es perder la sensibilidad.
Triste es perder el coraje.
Triste es dejar que los engaños y las mentiras y nos conviertan en algo que no queremos ser...
Y entonces llega un tiempo...
Un tiempo de ver, de aprender, de crecer...
Un tiempo en el que la gente entiende que
El verdadero amor está hecho de sutilezas que viene del alma...
Ese tiempo siempre llega.
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