jueves, 14 de julio de 2016

BELLA ORACIÓN.


Orar Es...
Es ir al encuentro de nuestro Padre, el Dios Amor, como el río va al encuentro de su fuente y la luz al encuentro de su sol.
Orar es decirle a Dios:
- Fuente, yo espero de ti el agua viva entre mis orillas cotidianas; sin ti yo sería agua estancada, que se pudre y muere.
- Sol, espero de ti la luz para mi ruta de día; sin ti yo solamente sería un niño de noche,
perdido, en un camino sin salida.
- Viento, espero de ti la fuerza que hinche mis velas a ti ofrecidas; sin ti yo no sería sino una barca relegada,
que nunca franquea los espigones del puerto.

- Brisa, espero de ti el soplo para emprender mi vuelo; sin ti yo solamente sería un pájaro manchado, que se arrastra en el lodo.
...Y de ti, el artista, espero que hagas brotar, de mi madera
y mis cuerdas, una misteriosa vida, porque sin ti yo no sería más que un instrumento inútil,
acostado, inmóvil y mudo, en el estuche de mis días.
... Pero vengo a tu encuentro.
Estoy aquí, oh artista inefable,
y como un violín acurrucado entre tus brazos amorosos,
recogido y libre bajo tus dedos que me buscan, me ofrezco para desposarte en un abrazo de amor, y nuestro hijo será música, para que cante el mundo.
Sí, hijo mío, reza es levantarse y dirigirse al encuentro de Dios que viene a nuestro encuentro,
es reconocer que él es nuestra vida y que él es nuestro amor,
es recogerse enteramente y enteramente ofrecerse para dejarse amar, antes que querer amar.




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