viernes, 19 de agosto de 2016

Las tristezas del adiós.


Duele, pero en ocasiones no queda más remedio que decir adiós. 
Unas veces nos despedimos de un amor, otras de un familiar o una amistad especial…
Decir adiós no es sencillo, y es especialmente difícil cuando la persona que se ha marchado de nuestro lado era un ser querido.
Pero debemos saber decir adiós, aceptar el final, y saber continuar pese al dolor de nuestro corazón. 
Escribir y leer acerca del adiós y las despedidas resulta difícil y doloroso, porque un adiós significa que un vacío ha quedado en tu corazón. En nuestro paso por la vida hay muchos adioses que se dicen a personas que han pasado por nuestras vidas, amigos que se han alejado, amores que nos abandonaron o abandonamos, familiares que hemos amado con todo nuestro corazón y que la muerte se los llevó donde ya nunca mas volverán…
Por cada adiós hay un vacío, no es fácil cerrar los ojos y hacer de cuentas como que no está pasando nada en nuestras vidas, al contrario, de alguna manera son sueños que se nos han ido rompiendo.
Las tristezas del adiós
pinchan como una aguja en el corazón.
-Diferentes adioses que hemos dado en nuestra vida-Dolió ese adiós que tuviste que decir, quedaste con el corazón destrozado, tus lágrimas se secaron dejando ojos sin vida, sin luz, pensando en el adiós…
¿Son los demás quienes se marchan, o nosotros quienes nos quedamos? ¿Cual es la medida de la distancia, con los que mueren o con los que dejan de amarnos y simplemente nos olvidan?¿Quién se va, quien se queda?
Una buena pregunta que nos hacemos. Quizás somos nosotros las que nos vamos y los demás quienes se quedan sufriendo… (Para pensar).El olvido también es una forma de decirnos adiós, significa que ya no estamos en la vida de quienes se alejaron de nosotras; perder así a la persona que se ama es algo fuerte, es como que caminásemos por cuartos oscuros y no encontrásemos luz que nos ayude a salir de la soledad. Duele mucho decir adiós
cuando nos aman y amamos.
Por eso nos duele tanto esa palabra, "adiós"

-porque parece eterno- Pero aun consciente del dolor que pasas, recuerda que el tiempo lo cura todo, aunque en ocasiones el proceso parezca interminable. Llegará el día en que despertarás queriendo volver a vivir, deseando renacer de nuevo.La persona que ama sólo se da cuenta de todo el dolor que conlleva esa pena cuando algo termina, sobre todo cuando es algo definitivo y terminante. En cada etapa de nuestra vida más de una vez debemos decir adiós a alguien que hemos amado, cuando decimos adiós rompemos con todo el pasado y volvemos a ser tan libres como podamos.-No pienses que tu vida acaba con el adiós-
Recordemos con amor y cariño todo aquello que hemos vivido, intentemos olvidar los adioses que nos han dicho y que también hemos dado nosotras mismas. Todos los días supone un constante recomenzar en nuestra vida, nada parece eterno, nada parece para siempre.
Recuerda que sólo muere lo que no era verdadero. Sigamos con nuestras vidas,
con cada caída nos volveremos a levantar.
La experiencia nos servirá para madurar. Es bueno guardar silencio cada día, para ver qué nos pasa y hacia donde queremos ir. Debemos aprender a cerrar capítulos para volver abrir otros nuevos, pero con más experiencias y menos fallos. Es bueno que siempre nos miremos al espejo y sepamos desear seguir con nuestra vida, progresar, madurar, luchar y disfrutar.Recuerda que todos los seres humanos estamos hechos para vivir acompañados, y por muchos malos momentos que hayamos tenido, lo más hermoso es poder volver a empezar, y saber que entre nosotras y nuestra pareja no habrá adioses porque con seguridad habremos encontrado la persona justa para nosotras.Recuerda que para probar la dulzura de la vida, habremos probado la amargura.




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