miércoles, 7 de enero de 2015

Testamento de un alcohólico.

Dejo a los autores de mis días un dolor que no sé
cómo podrán soportarlo en su vejez.
Dejo a mis hermanos toda la vergüenza y el
pesar que les causé con mi manera de vivir.
Dejo a mi esposa un corazón quebrantado y una
vida de miseria.
Dejo a cada uno de mis hijos pobreza,
ignorancia, embrutecimiento y el triste recuerdo
de que su padre murió víctima de la embriaguez.
Dejo a la sociedad un carácter detestable, un
ejemplo funesto y una memoria odiosa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario