miércoles, 11 de febrero de 2015

No te compares con los demás.

A veces las cosas que nos proponemos se demoran en dar resultados, porque necesitan de fuertes raíces para que sean perdurables y que nada pueda tumbarlas, pero la desesperación y las necesidades apremiantes del diario vivir, hacen que muchas veces pensemos en abandonar nuestros proyectos, por eso es que son muy pocos los que triunfan.

No te compares con los demás, ni en lo rápido que consiguen sus resultados, tal vez ellos no apuntan tan alto por lo que no necesitan tanto esfuerzo, dedicación y tiempo. Dios es perfecto y es por eso que él, nos entrega aquello por lo que tanto luchamos en el momento justo, no antes ni después. No hagas caso a comentarios vánales que muchas veces son ocasionados por envidia, sigue adelante, no te devuelvas ni mires atrás, no pierdas todo lo que has avanzado, Dios tiene un propósito diferente para cada uno, a si que no te des por vencido, es posible que ya estés cerca de la meta.


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