Hace años la palabra chisme arrastraba una carga negativa y, en muchos casos, explosiva.
Hoy en día, ha ganado status y los Medios dedican largas secciones a divulgar chismes por rating y dinero.
¿Son conscientes los que lo hacen y los que los escuchan del veneno allí escondido? Se ve que no.
Reflexiona y piensa a fondo y muy seriamente en el gran poder de las palabras y en su energía.
La palabra es muy poderosa, deja huellas, marca destinos e influye en tu vida y en las de los otros.
Recuerda esas ocasiones en las que haz juzgado a alguien apoyándote en chismes, no en certezas.
Sin pensarlo el chisme se cuela en tu interior y su veneno deteriora tus relaciones y tu visión de la realidad.
Despierta, sé firme y no termines enredado en un mundo de fabulaciones, ruindad y engaño. El amor y el chisme no compaginan.
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