Incluso en nuestra hora más oscura, un rayo de esperanza todavía ilumina el camino. Cuando la esperanza y la fe se unen como una sola, el amanecer convertirá nuestra oscuridad en día.
Si le agregamos amor, entonces habremos preparado el terreno para que ocurran milagros y nuestros sueños florezcan.
Les deseo una noche tranquila... Duerman bien y sueñen bonito. Dios nos bendiga a todos.
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