martes, 3 de junio de 2014

Salmo 143:10

Un día le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra… Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:

Sé como el sol, levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna, brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor. 
Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores,Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.
Sé como el buen perro obediente, pero nada más a su Señor.
Sé como la fruta, Bella por fuera, saludable por dentro. Sé como el día, Que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis, Da tu agua al sediento.
Sé como la luciérnaga, Aunque pequeña emite su propia luz.
Sé como el agua, Buena y transparente.
Sé como el río, Siempre hacia adelante. Y por sobre todas las cosas,
Sé como el cielo: La morada de Dios. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios, tu espíritu bueno me guíe a tierra de rectitud. Salmo 143:10

Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar a donde tú esperas que llegue..



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