Señor, toma mi corazón de madre
y ayúdame a ser lo que mis hijos necesitan
para ser buenas personas y felices.
Que el cansancio
no sea motivo de quejas;
que la rutina
no empañe mi ganas de servir;
que los enojos
no oculten el cariño que siento por ellos.
Toma mis manos,
para que a través de ellas
brinde las mejores caricias y los sostenga siempre.
Toma mis pies
para que las huellas que voy dejando en sus vidas sean las que ellos puedan seguir hacia Ti.
Toma mis labios
para que los besos más tiernos marquen en ellos el verdadero amor.
Toma mis palabras
para que no los lastime al corregirlos y sepa dar santos consejos en sus vidas.
Toma mi corazón
para que sepa ser pan que se parte hasta la última migaja
para alimentarlos de amor cuando necesiten.
Toma todo mi ser de madre
para que como espejo de la Virgen María
sepa ser siempre dispuesta
aun en el dolor a ser puente para el Cielo y la eternidad.
Que en el dolor
sea fortaleza.
Que en la alegría
sepa ser sonrisas.
Que en sus triunfos
sea compañía.
Que en sus tristezas
sea siempre consuelo y abrigo.
Dame Señor la gracia
de ser "Madre"
como lo fue
la Santísima Virgen María.
Amén.
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