LAS RAÍCES DEL AMOR.

El sabía todo lo que ella le amaba,sabía de sus noches de desvelo y de sus lagrimas de dolor, por ese infinito silencio.

Era un amor que poco a poco se había ido asentando en lo mas apartado del corazón y había echado unas profundas raíces difíciles de arrancar.

Bien es verdad que tanto uno como otro lo habían intentado, sin darse cuenta de que al Amor no se le puede matar, no una sino muchas veces,y todos sus intentos una y otra vez habían fracasado.

Cuando creían haberle cortado las raíces a ese amor, de nuevo aparecía como una enredadera y les embriagaba de nuevo como el perfume de la madreselva.

Intentaron no hablarse, e incluso intentaron odiarse, sacando lo mas oscuro de sus almas y lo único que consiguieron fue incrementar su amor, viendo como uno se destruía y el otro sufría en silencio.

Eran como las olas del mar, acercándose y alejándose de la orilla constantemente, pero siempre unidos en cuerpo y alma.

Para que encontraran su paz, primero tuvieron que descubrir sus demonios, sus miedos, y sus temores que revoloteaban por sus cabezas.

Atravesaron tormentas y tempestades, creyeron odiarse y a cada segundo que pasaba mas se amaban.

Descubrieron que estaban hechos de la misma costilla.

Que sus deseos caminaban a la par,que el cielo había materializado los sueños de ambos y allí estaban los dos, conociendo cada parte de su alma, cada proceso del camino, cada experiencia vivida,desnudándose el uno ante el otro.

Tuvieron que bajar al infierno, para entender que hay cosas que no se queman ni se destruyen por mas que queramos que se conviertan en cenizas.

Fueron descubriendo que el amor es un misterio, que aunque no quieras verle , el hace que sientas su presencia, que nunca se elige a quien se ama, sino que el Amor elige quien es capaz de amar o a quien le ha llegado la hora de Amar con el alma, de Amar de Verdad..

Y cuando las almas se dieron cuenta que estaban creados para amarse eternamente y adorarse el uno al otro, ya nada impidió que ese amor, ese Amor puro, se manifestara en todo su esplendor y diera lo mejor de cada uno.

Se convirtieron en dos corazones con un mismo latido

Descubrieron las raíces profundas del Amor, Un árbol que creció firme sobre la tierra.