domingo, 28 de febrero de 2016

Tómate un momento.


Consejos para responder ha alguien que insulta tus convicciones:
Consejo:
Si tiendes a ponerte emocional o a discutir cuando bebes alcohol, entonces asegúrate de tomar una bebida no alcohólica.
Si te defiendes, es probable que otros que piensan parecido a ti se unan. Esto es beneficioso ya que tendrás más apoyo para tu posición, pero sólo si estas personas también se mantienen calmadas. Si comienza a calentarse, mejor calma el ambiente. Puedes sugerir terminar la discusión en otro momento, o planear encontrarte con la persona con la que no estás de acuerdo en otro momento para hablar cara a cara.
Es mucho mejor ser agradable y encantador en esas situaciones, incluso cuando la persona está haciendo los comentarios insultantes a propósito. Todos los testigos te verán más educado y respetuoso que tu adversario, lo que será favorable para ti.
Ejercita una mente abierta. Si la otra persona parece estar exponiendo un argumento lógico, puede que tengan información sobre el asunto que tú no conozcas. Mantente preparado para escuchar y da la razón si estás equivocado.
Evita disentir con una sonrisa de autosuficiencia. Haz saber a la otra persona que algunos de sus argumentos eran válidos y que es interesante discutir con ella.
Siempre existen agujeros en la comunicación. Intenta darte cuenta de las cosas que la otra persona quiere explicar.
Tómate un momento. Si te sientes ofendido por los comentarios de otra persona sobre la religión, puede que ese sentimiento sea el producto de una educación en la que las dudas sobre tus doctrinas de fe se tomaban como algo ofensivo. Esos sentimientos, a pesar de ser reales, son subjetivos, y no siempre son aparentes para las personas que fueron criadas en un ambiente más abierto intelectualmente. Si la persona a la que escuchas parece considerada, date la oportunidad de explicar, no de defender tu posición de fe. Haz preguntas, y aprovecha la oportunidad de aprender sobre su filosofía. Esta discusión puede concluir en un mayor respeto mutuo, en lugar de en conflicto.

Advertencias:
No dejes que la discusión se convierta en un concurso de gritos o en una pelea. Si no puedes llegar a un acuerdo, simplemente ríndete y márchate.
A veces somos demasiado sensibles a lo que la gente nos dice, pero los demás no tienen que compartir nuestros sentimientos para ser amigos.
No tienes que establecer límites simplemente porque puedes; te darás cuenta de que ser amigable y considerado tiene grandes beneficios para ti.
Si tienes que defender tus condiciones o sientes la necesidad de “responder” cuando alguien las insulta, entonces para empezar probablemente tus convicciones no son tan fuertes. ¿Para qué responder, y por qué asumir que cuando alguien no está de acuerdo contigo es porque es ignorante, y que tú tienes razón?.




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