Es mirar y dejarme mirar
Amar y dejarme amar
Acariciar y sentirme acariciado
Es el tú que sale en busca de parte del Cielo.
Hacer oración es cerrar los labios para dejar hablar al amor que canta ternura,
espera los tiempos y se desarma frente a lo eterno.
Hacer oración es saberme amado, arropado y escuchado.
Es abrir el alma para desnudar los sueños.
Es, sin duda, saber hacer silencio que deja al descubierto que ya no existe tiempo ante lo que colma el alma y tiene sabor a eterno.
Hoy mi Estrella, mi Faro,
mi Camino y también mi Cielo
Mañana será mi Amado quien otra vez me invite a hacer silencio.
Guárdame el alma de estos instantes,
hazme gustar de estos pedacitos de Cielo.
Que no me abandone tu gracia para que cada día guste de estos minutos de Eternidad, de Amor y de Cielo.
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