Irónicamente, la mejor edad de una mujer no tiene nada que ver nada con los años, con un buen físico, con una cabellera larga y abundante, con un cutis sin arrugas y unos dientes perfectos o con el número de relaciones sexuales que tenga. ¡No! Son elementos importantes, pero tiene más que ver con pequeñas actitudes, con el equilibrio emocional y personal que hace que disfruten más su vida.
La mejor edad de una mujer comienza cuando ella se conoce más que a nadie, sabe quién es y no permite que venga alguien a contarle un cuento chino. Cuando no se conforma con lo que es y va siempre más allá. Cuando aprende qué quiere, cómo lo quiere y qué es lo que ama y no tiene miedo de perseguirlo. Cuando deja de perder el tiempo en tonterías porque comprende que la eternidad también es un cuento.
La mejor edad de una mujer comienza cuando deja de importarle lo que piensen de ella porque ya no está dispuesta a aguantar las tonterías de los demás, ni de perder su tiempo con personas que no saben disfrutar de su compañía. Por lo que, con toda amabilidad, abre la puerta y las deja ir.
La mejor edad de una mujer comienza cuando ella se vuelve generosa, generosa en alabanzas. Porque ella sabe lo que significa no ser apreciada lo suficiente.
La mejor edad de una mujer comienza cuando deja de preocuparse por lo que ya pasó y por lo que pasará y comienza a disfrutar la vida a pesar de los problemas, porque la vida es corta y ya bastante tiempo perdió en cosas que no merecían la pena.
La mejor edad de una mujer comienza cuando comprende que en el sexo, la calidad es mejor que la cantidad. Cuando la cama se convierte en el lugar más divertido porque ya no tiene prejuicios y no le avergüenza su cuerpo y eso la ayuda a disfrutar más y mejor.
La mejor edad de una mujer comienza cuando se permite ser menos perfecta y más humana, cuando se permite llorar por lo que le duele, incluso si dicen que es frágil, ya que no tiene intenciones de esconder sus estados de ánimo. Porque si sufre, si se repone, si se ríe, si es feliz, si esta en el suelo, siempre será ella misma. Y saber demostrar quién es, será siempre su mayor acto de fortaleza.
La mejor edad de una mujer comienza cuando descubre que la belleza también son ojeras cuando el amor no la deja dormir, miradas que se dejan entender, arrugas marcadas por el tiempo, cicatrices que la vida deja encima, puños y caricias que el amor cose en la piel.
La mejor edad de una mujer comienza cuando decide ser protagonista de su vida y entiende que cada persona que ha sido parte de su vida tiene también un papel importante en ella. Ya sean bendiciones o lecciones, porque gracias a eso es lo que hoy es.
La mejor edad de una mujer comienza cuando ya no espera nada, porque siempre toma lo que quiere. Cuando no trae maquillaje y se siente bella de todos modos. Cuando no dice lo que es, sino que enseña a otros a ser. Cuando camina con la cabeza en alto a pesar de que el mundo quiere enterrarla. Cuando sabe decir “Te amo” sin esperar respuesta para entender el amor.
La mejor edad de una mujer comienza cuando supera la ansiedad del amor sin límites, porque sabe que así no puede crecer emocionalmente. Cuando aprende a atravesar el dolor de su propia soledad para dejar de seguir buscándose en otras mitades porque sabe que no las necesita, que es una mujer entera.
La mejor edad de una mujer comienza cuando exige el respeto que se merece por el simple hecho de ser mujer. Cuando comprende que vivir con un hombre que golpea física, verbal o psicológicamente es igual que vivir la libertad de una prisión. Cuando ya no permite bofetadas ni puñetazos porque eso nunca será amor.
La mejor edad de una mujer comienza cuando se siente poderosa, independientemente de las situaciones a las que se enfrente, siempre está lista para todo y considera todas las posibilidades. Ya sorprenderla no es fácil.
La mejor edad de una mujer comienza cuando la elegancia ya no es para ella una cualidad exterior, sino una manifestación del alma que se hace visible al mundo.
La mejor edad de una mujer comienza cuando cierra el libro de lo que no funcionó y decide empezar de nuevo porque siempre es tiempo de cambiar y reinvertarse a sí misma. Incluso si el aprendizaje duele.
La mejor edad de una mujer comienza cuando deja de esperar que la felicidad venga de un hombre o de fuera porque sabe que antes que cualquier cosa, necesita de sí misma para ser feliz. Cuando tiene amor propio, respeto por ella misma y no pierde su dignidad por nada del mundo, aun si esto significa quedarse sola.
La mejor edad de una mujer comienza cuando ella sabe que ser mujer, es jodidamente increíble.
Karla Galleta