Un perro , es un ángel....
que viene al mundo a enseñar amor.
Quién puede dar más amor incondicional,
Amistad sin pedir nada a a cambio,
afecto sin esperar retorno,
protección sin ganar nada,
fidelidad 24 horas por día?.
Un perro no se enoja.
Aún cuando tú lo agredes,
el retorna cabizbajo
pidiendo disculpas por algo que tal vez no hizo
lamiendo tus manos para suplicar perdón.
Algunos ángeles no tienen alas,
tienen cuatro patas, un cuerpo peludo,
nariz de pelotita, orejas de atención,
miradas de aflicción y carencia.
A pesar de esa apariencia
son tan ángeles como los otros
y se dedican a los seres humanos
tanto o más que cualquier ángel
acostumbrado a dedicarse.
Dios cuando nos hizo humanos sabía que
precisaríamos de guardianes materiales que nos
quitasen del cuerpo las aflicciones de los sentidos
y nos permitiesen sobrevivir a cada día…
Con casi nada, aún con la mirada
y la lamida de un perro…
¡Qué bueno sería si todos los humanos
pudiesemos ver la humanidad perfecta de un perro!
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