Que estés trabajando y tu hija entre en silencio y despacito, se ponga a tu lado y te pegue un susto de cojones.
Cuando se te pasa el susto te das cuenta de lo hermoso que es tener una hija así de cariñosa y que juegue contigo de esa manera, con esta confianza.
Esta es una de las pequeñas cosas que nos ocurren, el sol, tener la posibilidad de disfrutar lo que la vida puede llegar a ofrecerte.
Aquí la gran cuestión es ser agradecido cuando para otros todo esto es imposible. Lo anterior es de Juan Manuel Serrat en un reportaje.
Muy sabio porque casi siempre descubres que las “pequeñas cosas” en realidad suelen ser las más grandes.
Valora todo y agradécelo, espantar la tristeza y alejar el inconformismo trae oleadas de alegría y esperanza.
Ten ojos de niño o de asombro para agradecer y disfrutar tantas maravillas que la vida te regala a diario. Da gracias sin cesar.
Ten ojos de niño o de asombro para agradecer y disfrutar tantas maravillas que la vida te regala a diario. Da gracias sin cesar.
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