martes, 23 de septiembre de 2014

Hay 10 cosas fuertes;

Lo es el hierro , pero el fuego lo derrite.
El fuego es fuerte, más el agua lo apaga.
El agua tiene fuerza, pero las nub.es la evaporan.
Las nubes son poderosas, pero el viento las dispersa.
El hombre es recio, pero los temores lo agobian.
El temor es formidable, pero el sueño lo vence.
El sueño es arrollador, pero más es la muerte.
El amor es bondadoso, sin embargo sobrevive.

CÓMO DIOS VA MOLDEANDO LA VIDA .

Durante muchos años un herrero trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada perecía andar bien en su vida; muy por el contrario sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día. 

Una tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó: "Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado".

El herrero no respondió enseguida, él ya había pensando en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero: 


"En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace esto? primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo, enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada, luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. 

Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente. " 

El herrero hizo una larga pausa, y siguió: "A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería". 

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó: "Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas". 



SI PUDIERA VIVIR NUEVAMENTE MI VIDA.

“Sí pudiera vivir nuevamente mí vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más, sería más tonto de lo que he sido, de hecho. Tomaría muy pocas cosas con seriedad, sería menos higiénico, correría más riesgos. Haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolificamente cada minuto de su vida, claro que tuve momentos de alegría. Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solo buenos momentos. Por si no la saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos, no te pierdas el ahora. Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas, si pudiera, volvería a vivir, viajaría más liviano. Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño, daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante…. Pero ya ven, tengo ochenta y cinco años y sé que me estoy muriendo…”

(Jorge  Luis Borges)


lunes, 15 de septiembre de 2014

"Responsabilidad por los miembros de la familia"

Todavía recuerdo a mi madre apretándose el corazón; amenazando con tener un infarto y morir, y echándome la culpa a mi. (Anónimo)

Para algunos de nosotros, la idea de que eramos responsables de los sentimientos de otras personas tuvo su raíz en la niñez y nos fue imbuida por miembros de nuestra familia .

Nos pueden haber dicho que hacíamos desgraciados a nuestra madre o a nuestro padre; llevándonos directamente a la idea de que también eramos responsables de hacerlos felices.

La idea de que eramos responsables de la felicidad o infelicidad de nuestros padres pueden infundirnos sentimientos exagerados de poder y de culpa.
No tenemos esta clase de poder con nuestros padres, sobre sus sentimientos o sobre el curso de sus vidas. 


No tenemos por que permitirles que tengan este tipo de poder sobre nosotros.

Nuestros padres lo hicieron lo mejor que pudieron. Pero aun así nosotros no tenemos por qué aceptar una creencia suya que no sea una creencia sana. 

Podrán ser nuestros padres, pero no siempre tienen la razón. Podrán ser nuestros padres, pero sus creencias y conductas no siempre son sanas y no son siempre las que más nos convienen.

Somos libres de examinar y de elegir nuestras creencias. 

Deja ir la culpa. Deja ir los sentimientos excesivos e inadecuados de responsabilidad hacia los padres y otros miembros de la familia. 
No tenemos por qué permitir que sus creencias destructivas nos controlen a nosotros, a nuestros sentimientos, a nuestros conductas o a nuestra vida.

Por consiguiente :

“Hoy empezaré el proceso de liberarme de cualquier sentimiento autoderrotista que mis padres me puedan haber transmitido. 
Me esforzaré por tener ideas y límites adecuados en lo que concierne a cuánto poder y cuánta responsabilidad tengo realmente en mi relación con mis padres”.


Un breve resumen de los distintos padres tóxicos que existen:

TÓXICOS CONTROLADORES

El terror a que ya no sean necesarios, motiva a los padres controladores a asegurarse de que sus hijos continúen necesitándolos eternamente. El rol parental es todo para estos padres, no saben ser otra cosa. El control toma la forma de preocupación, le dicen a sus hijos que hacen las cosas por su bien. El control puede ser sutil, escondido bajo “sabios consejos” o puede ser directo, con amenazas.

TÓXICOS MANIPULADORES:

Los padres manipuladores son tan hábiles en ocultar sus verdaderas intenciones, que sus hijos viven en un mundo de confusión constante. De alguna manera saben que los han engañado, pero no pueden entender cómo. A veces esta manipulación suele presentarse como una ayuda muy bienintencionada, pero que esconde otra intención detrás. ¿Cómo podemos ser malos con alguien que se muestra tan bueno con nosotros? Los padres manipuladores a veces utilizan a sus propios hijos, unos en contra de otros.


TÓXICOS QUE HIEREN CON SUS PALABRAS

Insultos, comentarios que nos humillan, críticas crueles. Quienes eligen el maltrato verbal pueden hacerlo de una manera abierta, directa, que busca degradar a sus hijos. Otros lo hacen en forma más indirecta, mediante burlas, sarcasmos, apodos insultantes y humillaciones sutiles.


TÓXICOS COMPETITIVOS:

La necesidad que tienen algunos padres de aplastar a sus hijos emocionalmente, es porque ellos han sido personas frustradas en su vida y si ellos no pudieron, entonces sus hijos tampoco. Es como si estos padres no quisieran ser superados en su nivel de felicidad y tratan de impedir que sus hijos sean mejores. Sus hijos tendrán dificultad en destacarse en la vida, siempre autosaboteándose en sus proyectos para no superarse.


TÓXICOS PERFECCIONISTAS

Existen padres que son demasiado exigentes con sus hijos, colocan en ellos expectativas imposibles, desean en algún punto que ese hijo perfecto convierta a toda la familia en perfecta. Imponen a sus hijos objetivos inalcanzables, expectativas imposibles y reglas cambiantes.


TÓXICOS QUE GOLPEAN

Muchos padres no pueden controlar el impulso de golpear a sus hijos, se frustran y se descargan con ellos. El maltrato físico no es justificable y un niño solamente se asusta ante este abuso y no es una manera saludable de poner límites. Estos tóxicos ven a sus hijos como si fueran una especie de sustituto parental, quienes tendrán la responsabilidad de colmar necesidades emocionales de las cuales carecieron.

Estas actitudes traen consecuencias negativas para ese niño que luego se convierte en adulto y muchas personas continúan eternamente bajo el poder de estos tóxicos, no logrando ser libres, ni independientes emocionalmente, faltos de confianza y seguridad en sí mismos. 


Es importante aprender a identificar si hemos sido víctimas de alguno de estos diversos abusos y cómo podemos cambiar nuestras emociones para finalmente poder vivir una vida con una mejor calidad.


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" Cuidado con los padres tóxicos "

Existen padres realmente crueles, como las madrastras de los cuentos de hadas, pero ellos son muy reales, tienen el poder de socavar destruir tu confianza, de generar vínculos de dependencia, de ahogarte con su amor, de insultarte y en casos extremos hasta de golpearte sin piedad.
Hoy vamos a hablar de los padres tóxicos, que lamentablemente son una especie más común de lo que creemos.

El mito de que los padres aman a sus hijos de manera incondicional debe ser dejado de lado, hay personas que no saben amar, no se aman a sí mismas y no pueden brindar un vínculo saludable a sus hijos tampoco. Es aquí donde comienzan los problemas, una relación que se supone debe ser de protección y amor fácilmente puede convertirse en una pesadilla.

Estos padres tóxicos resultan dañinos para el niño y también para el adulto, ya que este adulto irá creciendo con un maremoto de emociones, entre amor y odio, incomprensión e impotencia, y muchas veces llegan a terapia con graves consecuencias emocionales a causa de este vínculo nocivo.

¿Cuáles son las características de estos padres tóxicos?

Son esos padres que te dicen que no vales nada, que sin ellos no eres nadie, critican cada paso que das, nunca demuestran su apoyo a menos que hagas lo que ellos te dictan. Como había mencionado, en casos extremos son los padres que golpean por cualquier tontería al niño, justificándose con excusas tan inverosímiles como que el niño es insoportable o indisciplinado y por supuesto, se merecía el castigo.
Son padres que no están disponibles emocionalmente, ya sea mediante una marcada ausencia o porque padecen enfermedades (reales o inventadas) que los consumen; en el polo opuesto tenemos a los padres que se desviven por sus hijos y no los dejan respirar, cualquier atisbo de independencia se convierte en mala palabra y los terceros (parejas, amigos, trabajo) se convierten en enemigos de ese vínculo simbiótico que el padre o madre intentará mantener a como dé lugar.
Estos padres tratan al adulto como si fuera un niño pequeño eternamente.

Por supuesto que estas actitudes van dejando ciertas huellas en nosotros, como por ejemplo involucrarnos en relaciones abusivas o de dependencia emocional, puede incluso existir el miedo al compromiso. Algunas personas creen que valen tan poco que si las conocen de verdad entonces todo el mundo se va a alejar.

A veces se le da demasiada importancia a la aprobación de los padres, temiendo ofenderlos con las decisiones de vida que toma el adulto. Son adultos inseguros, sumisos, con un sentimiento de culpa desmedida. Hagan lo que hagan estos niños indefensos, jamás podrán tener la aprobación de los padres, porque no se trata de amor, sino de manipulación o de llenar vacíos ajenos, algo imposible de lograr como hijo.

Tenemos que dejar en claro que los adultos también son vulnerables, más allá de que el dolor quizás sea más intenso y menos manejable al ser un niño, las secuelas que dejan tras de sí estos vínculos tan dañinos, deben ser identificadas y tratadas para que finalmente uno pueda liberarse de esta trampa emocional.

Susan Forward, escritora norteamericana y autora de Toxic Parents nos dice que los padres tóxicos siempre generan sufrimiento en sus hijos mediante diversas técnicas, ya sea por maltrato psicológico y físico, manipulación, demandas desmedidas, control en diversas áreas (elección de parejas, amigos, carrera profesional) o una competencia solapada. Y la realidad es que hay padres que no toleran ni la felicidad ni el éxito que sus hijos puedan alcanzar.

Los padres tóxicos usualmente provienen de historias tóxicas también e inconcientemente van repitiendo el mismo patrón con sus hijos, otros al darse cuenta del costo emocional que estas conductas negativas traen consigo, intentan hacer lo contrario que hicieron con ellos.

Este tipo de relaciones fácilmente se salen de control, es por eso que los terapeutas recomiendan hablar sobre estos sentimientos con los padres, se debería intentar llegar a acuerdos con ellos.

Lamentablemente, hay casos que son muy extremos y se torna casi imposible razonar con padres que siempre justifican sus actos (por más alocada que sea la justificación para ellos tiene sentido) y es ahí donde uno puede barajar la posibilidad de alejarse concientemente de ellos, decisión muy difícil sin duda, pero a veces absolutamente necesaria.

Todos tenemos internalizado el concepto de que los padres son figuras positivas de protección y contención, pero la realidad muchas veces dista mucho de este ideal que nos ha sido inculcado.

Si has vivido o vives una relación tóxica con tus padres, el hablar será lo primordial, recuerda que si el vínculo se hace insostenible siempre puedes alejarte emocionalmente de este dolor.

Comienza a liberarte de las relaciones que no te hacen bien, porque lo que importa es que aprendas a cuidarte, nunca es demasiado tarde para ponerse en primer lugar y amarse a uno mismo.



jueves, 4 de septiembre de 2014

ESPECIALMENTE PARA TI.

"Cuando estoy junto a ti siento que el resto 

del mundo desaparece, y que sólo estamos 

tú y yo para dejarnos envolver en la magia del

amor".















No Pretendo.

No pretendo regalarte la luna y las estrellas,
porque otros ya la han regalado.
No pretendo enseñarte a caminar erguida, porque tu nobleza la llevas en tus ojos como afluentes.
No pretendo decirte que eres la única que he amado, pero eres única en todo lo que siento y significas hoy en día.
No pretendo mostrarme que soy el principe azul que esperas, que no tiene defecto y que serás feliz a mi lado.
Pretendo ser quien te cuide , respete, quiera, sueñe y vele tu dormir, quien en un día de lluvia te dedique la vida en un beso y el horizonte con un te quiero.
No pretendo ser quien estará de visita en tu vida, para hacerte una desconocida.
Seré y estaré presente siempre, porque a una mujer como tu.
Se la ama toda la vida.


Te Amo, Gracias por hacerme feliz!

Recuerdo aquel momento , cuando por primera vez te vi. Desde ese entonces, en el compañero de mis días te elegí, y yo en tu única Reina me convertí.
Sí.. Recuerdo aquel momento, cada vez que tu aroma de amor siento al ver tu rostro en el viento.
Haces magia con tu presencia, y cuando tu mirada en mi se posa, todo adquiere un tono de rosa.
Y yo !! vuelo como una mariposa.


CUAL ELIGES TU?