martes, 19 de agosto de 2014

Carta de un enfermo de Alzheimer a su esposa en un momento de lucidez.

Querida Julia, te escribo ahora mientras durmes, por si mañana ya no fuera yo el que amanece a tu lado. En estos viajes de ida y vuelta cada vez pso más tiempo al otro lado y en uno de ellos, ¿ Quién sabe ? , temo que ya no habrá regreso.
Por si mañana ya no soy capaz de entender esto que me ocurre. Por si mañana ya no puedo decirte cómo admiro y valoro tu entereza, este empeño tuyo por estar a mi lado, tratando de hacerme feliz a pesar de todo como siempre.
Por si mañana ya no fuera consciente de lo que haces, Cuando colocas papelitos en cada puerta para que no me confunda la cocina con el baño, cuando consigues que acabemos ríendonos después de ponerme los zapatos si calcetines, cuando te empeñas en mantener viva la conversación aunque yo me pierda en cada frase, cuando te acercas desimuladamente y me susurras al oído el nombre de uno de nuestros nietos, cuando respondes con ternura a estos arranques míos de ira que me asaltan, como si algo en mi interior se revelase contra este destino que me atrapa.
Por esas y por tantas cosas . Por si mañana no recuerdo tu nombre o el mío, por si mañana ya no pudiera darte las gracias.
Por si mañana , Julia, no fuera capaz de decirte , aunque sea una última vez, que TE QUIERO.
Tuyo siempre.



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